Aunque no está demostrada la utilización de tatuajes por parte de los pueblos nórdicos previa a la entrada del Cristianismo, no es en absoluto improbable y disponemos de algunas fuentes que así lo avalarían. El ejemplo de que los hombres conocían los tatuajes y cómo hacerlos mucho antes de la llegada de los tiempos modernos lo tenemos en el “Hombre de Ötzi”; nombre por el que se conoce a la momia de un hombre que vivió alrededor del año 3300 a.C., descubierta de manera fortuita en el año 1991 por dos alpinistas alemanes en los Alpes de Ötzal, en la frontera de Austria e Italia.
El cuerpo de este hombre de hace más de cinco mil años tiene tatuajes en la muñeca izquierda, en la zona lumbar de la espalda, en la pierna derecha y en la izquierda. Son dibujos poco reconocibles o descifrables, conjuntos de rayas paralelas en su mayoría que podrían haber tenido algún tipo de función curativa o mágica ya que gracias a los rayos X los científicos que han estudiado esta momia han podido averiguar que sufría artritis en las zonas tatuadas. Más ejemplos son los escritos de los historiadores romanos como Tácito (c. 55 – 120) o Dion Casio (155 – c. 235); estos historiadores trataron y describieron a las tribus germánicas que acosaban el limes del Imperio Romano y nos hablan de hombres con el cuerpo pintado o tatuado. Más ejemplos son los relatos del árabe Ibn Fadlan, quien en el siglo X se encontró con Los Rus o los Varegos – los vikingos que vivían en la zona del Volga – y de los que dijo que estaban tatuados “desde las uñas hasta el cuello” y que “en su piel cubierta de tatuajes representan árboles”. Las Sagas también nos hablan de unos maestros de las runas llamados viktar que habrían llevado tatuado en el pecho hugrunir o runas para la memoria.
Además, algunos símbolos vikingos como el vegvísir o aegishjalmr, , con alto contenido “mágico” y alrededor de los cuales parece ser que era extendida la creencia de que si se llevaban consigo – y se apunta que como tatuajes además de cómo amuletos – estos símbolos cumplían la función para la que habían sido diseñados.
Fuente: http://thevalkyriesvigil.com/
El cuerpo de este hombre de hace más de cinco mil años tiene tatuajes en la muñeca izquierda, en la zona lumbar de la espalda, en la pierna derecha y en la izquierda. Son dibujos poco reconocibles o descifrables, conjuntos de rayas paralelas en su mayoría que podrían haber tenido algún tipo de función curativa o mágica ya que gracias a los rayos X los científicos que han estudiado esta momia han podido averiguar que sufría artritis en las zonas tatuadas. Más ejemplos son los escritos de los historiadores romanos como Tácito (c. 55 – 120) o Dion Casio (155 – c. 235); estos historiadores trataron y describieron a las tribus germánicas que acosaban el limes del Imperio Romano y nos hablan de hombres con el cuerpo pintado o tatuado. Más ejemplos son los relatos del árabe Ibn Fadlan, quien en el siglo X se encontró con Los Rus o los Varegos – los vikingos que vivían en la zona del Volga – y de los que dijo que estaban tatuados “desde las uñas hasta el cuello” y que “en su piel cubierta de tatuajes representan árboles”. Las Sagas también nos hablan de unos maestros de las runas llamados viktar que habrían llevado tatuado en el pecho hugrunir o runas para la memoria.
Además, algunos símbolos vikingos como el vegvísir o aegishjalmr, , con alto contenido “mágico” y alrededor de los cuales parece ser que era extendida la creencia de que si se llevaban consigo – y se apunta que como tatuajes además de cómo amuletos – estos símbolos cumplían la función para la que habían sido diseñados.
Fuente: http://thevalkyriesvigil.com/